Los Sauzales

Hasta el final

Por el mar que hay en sus ojos
suelo mirar el azul de los antojos
que al navegar pierde el eco de la orilla
se hace calor la sombra y la maravilla del amor.

Acostada en un suspiro vuelve a pasar
por el aire que respiro sin pestañar
es un ángel de ternura, luz y color
velándome la locura en el amor.

La desnuda mi cariño hasta la sed
en su dulce desaliño que tiende usted
sobre el fuego de su aliento sin otra flor
el rojo sometimiento del amor.

Entro y salgo de su pecho muriéndome
resucito trecho a trecho salándome
es un beso boca a boca y en su fragor
la carne se lo provoca un nuevo amor.

No demando sus amores siento su andar
como un barco de colores sin otro mar
que mi cuerpo no te encalla su resplandor
hablándome cuando calla en el amor.

Si no hay cuerpo no hay olvido ni amanecer
es la sangre el recorrido de nuestro ayer
tierra virgen resurgente en su temblor
cayendo salvajemente en el amor.

Si mañana soy el mismo guarda la flor
las pasiones, egoísmo, sombras sin luz
pero al cabo de la siembra nace la flor
el fruto de macho y hembra es el amor.

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Letra: Jorge Díaz Bavio - Sergio Nieva.
Música: Jorge Díaz Bavio - Sergio Nieva.